Porque me gustan las cosas hechas de forma natural y a mano, el sabor de los pasteles de antes y experimentar con el horno en pleno mes de agosto. Por eso, hoy he decidido preparar a los míos un rico desayuno para acompañar con el café.
Han volado del plato, y yo tan contenta. Porque no nos hacen falta grandes lujos, basta con pequeños detalles para alegrar y hacer el día más llevadero a los nuestros ;)
Qué buena pinta tienen!!! Envíame la receta por email
ResponderEliminarLo mejor no es la buena pinta, sino que además están buenísimas
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